Es una política agrícola común de la Unión Europea, consiste en una asociación entre la agricultura y la sociedad de Europa con sus agricultores. Persigue el objetivo de apoyar a los agricultores para que puedan mejorar su productividad a la vez que se asegura un suministro estable de alimentos asequibles. También, persigue poder abordar el cambio climático y la gestión sostenible de los recursos naturales, asegurando mantener las zonas rurales y los paisajes de la Unión Europea. Esta política agrícola también abarca la calidad de los alimentos y la trazabilidad mientras se enfrenta a los impactos del cambio de cambio climático, la calidad del suelo, el agua, entre otros.
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